Problemas una vez superada la fobia social

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La fobia social, también conocido como trastorno de ansiedad social, es un tipo de trastorno de ansiedad que impide a quien la padece desarrollarse con normalidad en el entorno social y familiar.

Se caracteriza por tener un gran temor o ansiedad (más elevada de lo esperable) frente a una situación social que produce muchos síntomas físicos de ansiedad.

Estos síntomas físicos de ansiedad física complican aún más el temor de la persona.

Síntomas como palpitaciones, sudoración, tartamudeo, rubefacción facial o temblores entre otros.

El individuo teme que cuando tiene que exponerse, esa ansiedad y sus síntomas asociados se noten mucho, quedando en mal lugar ante las personas con las que interactúa.

Esto lleva al individuo a evitar determinadas situaciones.

Y en el caso de no poder evitarlas, sentirá una intensa ansiedad días antes y durante su exposición.

No se debe confundir con el trastorno de ansiedad por evitación.

En este caso el individuo que la padece se considera a sí mismo inadecuada, inepta socialmente.

Tiene una imagen muy negativa respecto a su persona, incluso físicamente.

La persona tiene una idea preconcebida de que cuando interaccione lo va a hacer mal.

En este caso las causas son diferentes.

La razón por las que alguien con trastorno de ansiedad por evitación huye de la situación es porque se considera no adecuada para dar una charla.

Percibe sus habilidades como peores que el resto y su inseguridad social es más acentuado.