Consejos para comprar toallas

No hay nada como una toalla suave y esponjosa al salir de la ducha, es un placer secarse con una toalla de baño gruesa, sedienta, suave y lo suficientemente grande.

Las toallas blancas grandes y esponjosas son el epítome de la vida en el hotel.

Combinan con la decoración de cualquier hotel, desde la opulencia nítida y moderna hasta la completa.

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La toalla blanca de alta gama le da una sensación limpia y de spa a cualquier baño, ya sea que esté guardado para los invitados o solo un poco de lujo extra para la vida cotidiana.

Aunque las toallas vienen en casi todos los colores del arcoíris, es posible que desee quedarse con el blanco.

Podrás blanquear cualquier lugar desagradable, y tienen un aire de sutil sofisticación que combina con casi todo.

Usamos nuestras toallas para secarnos, limpiar grandes derrames e incluso hacer que se unan a nosotros en la playa.

Sin embargo, a pesar del importante papel que juegan las toallas en nuestra vida cotidiana, a menudo las tratamos con poco respeto, las tiramos a un lado en una pila húmeda o las sometemos a ciclos de secado de calor.

Y luego nos preguntamos por qué las toallas de hotel parecen mucho más suaves y lujosas que las que tenemos.

Si alguna vez se ha preguntado por qué las toallas de hotel son mucho mejores que su caballo de batalla básico para el baño, hemos descubierto algunos de los secretos del cuidado de las toallas directamente de la industria hotelera. 

Cuidado de las toallas: secretos del negocio de la hospitalidad

En realidad, es importante usar detergente normal comprado en la tienda, porque el pH juega un papel importante para mantener la calidad de la toalla al más alto nivel.

El detergente de la tienda de comestibles que usaría para lavar sus propios calcetines y calzoncillos tiene un pH neutro, mientras que una versión de grado comercial es generalmente más dura, con un pH básico que puede causar estragos en las cualidades esenciales de una toalla de hotel: suavidad, absorción, Los detergentes de pH alto eliminarán las fibras suaves y romperán la tela más rápido.

Lavar primero: al igual que la ropa nueva, querrás lavar tus toallas nuevas antes de usarlas.

A menudo, las toallas vienen recubiertas con un acabado que les da este brillo atractivo mientras están en el estante.

Estos acabados también evitan que las toallas sean lo más absorbentes posible.

Mantén el color: si le preocupa el color, agrupe las toallas según el color antes de pegarlas en el lavado.

Querrás lavarlos con colores similares durante los primeros lavados.

Otro consejo profesional para mantener un color óptimo: use aproximadamente la mitad de la cantidad de detergente recomendada en el paquete.

Agregue una taza de vinagre blanco directamente al tambor de la lavadora.

Esto no solo ayudará a establecer el color en su lugar, evitando la escorrentía, sino que el vinagre ayuda a eliminar cualquier exceso de residuos de jabón de lavados anteriores.

Bicarbonato de sodio: otro consejo directo de la cocina: use bicarbonato de sodio para eliminar el exceso de acumulación o suciedad, manteniendo esas toallas suaves durante mucho tiempo.

Deberá agregar aproximadamente media taza además de la cantidad recomendada de detergente.

El bicarbonato de sodio también elimina el horrible olor a toalla mohosa que proviene de dejar una toalla doblada en una bolsa arrojada a un montón por un largo período.

Lave regularmente: Esto puede ser obvio para el profesional del hotel, pero los usuarios domésticos lo toman muy en serio: las toallas absorben mucho más que el agua.

Las células muertas y la espuma de jabón se acumulan rápidamente.

Lave las toallas de colores con lejía de color seguro y agua tibia.

Para toallas blancas, agua caliente y lejía regular serán suficientes.

Aunque es obvio, vale la pena señalar que debe lavar las toallas blancas por separado de sus contrapartes coloridas para evitar que los tintes se filtren sobre las toallas.

Omita los suavizantes agregados: no use suavizantes de telas.

Claro, ofrecen la promesa de las toallas más esponjosas de la ciudad, pero crean una acumulación cerosa con el tiempo, lo que causa un daño importante a la absorción de la toalla.

Agítelos: mantenga las toallas suaves y sin pelusas agitándolas rápidamente cuando las saque de la lavadora.

Este paso adicional asegura que los lazos de las toallas permanezcan esponjosos, manteniéndolos absorbentes después de que todo el ciclo de lavado y secado esté dicho y hecho. 

Seque completamente: este consejo es muy importante, asegúrese de que sus toallas estén absolutamente, 100 por ciento secas cuando las saque de la secadora.

Incluso un poco de humedad puede enmohecerse en poco tiempo, creando ese olor a toalla húmeda universalmente temido.

Por otro lado, evite secar demasiado las toallas, ya que el calor descompondrá las fibras con el tiempo.