Si no puedo cambiar el mundo, cambio yo

Autoayuda – Si no puedo cambiar el mundo, cambio yo.

El mundo es todo lo que está fuera de ti: personas, situaciones, objetos…
Buscamos sentirnos de una forma determinada y nos influye todo, las situaciones, las personas, el mundo entero.

Las prioridades son una parte importante a la hora de aprender a salir de los bloqueos, situaciones indeseadas, relaciones tóxicas, etc., y esto se complica cuando estamos en esas espirales negativas por pensamientos y sentimientos/emociones negativas, creencias limitantes…
Pero uno podría preguntarse: ¿en qué me estoy enfocando, dónde estoy poniendo mi atención? ¿A qué le estoy prestando atención para sentirme así?
Un día aprendí sobre la importancia de hacerme las preguntas correctas si el silencio, la observación y autoobservación no son suficientes.

Normalmente, estamos enfocados y atrapados (reaccionamos a…) en nuestras emociones negativas de forma que, tal vez, nos cuesta reconocer que estamos metidos en esa espiral de victimismo y negatividad de la que nos cuesta tanto salir y tenemos que hacer verdaderos esfuerzos para conseguirlo, si nos damos cuenta de ello.

Es un hábito de la mente y ésta no va a querer salir de esa energía, es inercia y la mente inconsciente está buscando soluciones a través de esos hábitos porque lo interpreta como protección (el mundo está fatal y yo debo protegerme del peligro - creencia limitante y negativa…-).

Es complejo de exponer, pero eso no significa que no se pueda cambiar, podemos aprender a enfocarnos de otra manera y plantearnos las cosas haciéndonos, por ejemplo, las preguntas correctas o también podemos llamarlo como hacernos las preguntas eficaces, proactivas, que traen soluciones y no sólo el saber lo que nos sucede como cuando nos preguntamos ¿por qué me estoy viviendo...? ¿por qué a mi...? son preguntas de victimismo y eso no lo cambia (el saber algo, no implica dejar de padecer ese algo…), sólo te traerá la respuesta de lo que te sucede, pero no la solución y puedes aprovechar para preguntarte ¿realmente quiero salir de esto? ¿qué parte de mi no quiere que lo consiga? ¿a qué, o de qué tengo miedo?.

Para cambiar, siempre hay que ser conscientes primero y después tomar una acción diferente…
Si me estoy sintiendo mal…, me empiezo a preguntar qué me pasa…, por qué me siento así, no entiendo nada…, me victimizo de mis propios pensamientos, sigo mis pensamientos negativos, emociones dolorosas (Eckhart Tolle las llama el cuerpo del dolor-yo las puedo ver, tengo experiencia en esto).

Culpo al mundo y a los demás de mi sufrimiento o estancamiento cuando necesito que cambie lo que está fuera, lo que me rodea.

Esto te sigue manteniendo en tu propio sufrimiento…
En cambio, preguntarme y plantearme el cómo me quiero sentir, ya que es por eso por lo que me quejo…,porque no estoy sintiendo lo que realmente querría sentir y pocas veces recordamos la ley de causa y efecto, todo tiene una causa, ley de atracción, etc.

Por ejemplo: si quiero un trabajo mejor ¿qué busco sentir con eso? Sentirme más reconocido y satisfecho, además de agusto.

Más valorado, más apreciado o necesitado.

Mejor recompensado y un largo etc.

Pues a nivel general es lo mismo.

Si quiero un mundo mejor (juzgo lo que no me gusta) es porque quiero sentirme de una forma determinada y que es totalmente diferente a la que me estoy sintiendo en este momento en el que me estoy quejando.

Son trucos, es conocer la mente, es saber elegir…
Las preguntas, enfoques y decisiones correctas…, te llevarán a los resultados más satisfactorios.

El victimismo destruye y evita el avance.

Si me quejo, estoy siendo víctima de lo que pienso de las situaciones, del mundo o las personas… y estoy dejando mi poder fuera en manos de otros…, yo no tengo poder sobre mí, sería la traducción.

Después de comprender esto a base de chocarme con la vida y sufrimientos…, por fin tomé realmente consciencia de que: ---si no puedo cambiar el mundo, cambio yo---… empiezo por mí.

Autoconocimiento, autoobservación, autogestión-autocontrol es igual a tomar decisiones diferentes y dejar de reaccionar tanto a lo que nos sucede y que mostramos a través de nuestras emociones.