Qué empresa buscar para tener un pacto de socios

Para nadie es un secreto que en muchas ocasiones se realizan pacto de socios en las empresas, pero todas deben de contar con la reglamentación necesaria para poder tenerlo todo de forma legal, para ello se requiere de una empresa de abogados que sean responsables en su trabajo.

Así que lo mejor será poder encontrar a una entidad que cumpla con ciertos requerimientos para poder hacer que todo sea totalmente seguro, así que el día de hoy conoceremos un poco más de lo que debe de tener la empresa.

La empresa ideal para un pacto de socios

El despacho de abogados que llevará el pacto de socios deberá de contar con algunos elementos como ser una entidad que concentre sus actividades en áreas específicas del Derecho y que cuente con una estructura física adecuada, compuesta por abogados especialistas y competentes, y que posea una reputación ya establecida en su área de actuación.

El resultado es un equipo extremadamente capacitado y ágil para la actuación en esa rama del Derecho que se requiera.

Lo mejor será contar con una entidad que tenga un número de empleados y colaboradores pequeño, esto para que el espacio físico sea mínimo y la utilización de los beneficios tecnológicos sea total.

Por si eso fuera poco también debe de contar con una estructuración en la prestación de los servicios, tanto en el aspecto jurídico y de atención al cliente.

Esto es porque la coordinación de las actividades es realizada por los propios socios de la oficina, que se involucran directamente en los casos.

A diferencia de las grandes oficinas de abogados, la atención dada al problema es personal, y la implicación en la causa es más efectiva.

La misión de la empresa

Los abogados deben ser profesionales comprometidos en solucionar problemas, no se pueden limitar al ajusticiamiento robótico de acciones judiciales o a esconderse detrás de un lenguaje prolífico e inaccesible.

Por lo tanto, las prioridades son al momento de realizar un pacto de socios es: establecer canales de comunicación entre las partes; iniciar conversaciones productivas que lleven al resultado deseado; y si es posible, buscar la resolución del conflicto sin recurrir al Poder Judicial; cuando sea necesario, combatir judicialmente de la mejor manera posible.

También debe de ser una empresa que tenga muy claro que la lucha no es sinónimo de pelea, pero de compromiso, de coraje y determinación.

El abogado del tercer milenio está rescatando el sentido original de su profesión: es aquel que auxilia, lo que representa, lo que lucha por los derechos de sus representados.

Por todas las formas y usando todas las herramientas a su alcance.