¿Qué os parece mi fantasía erótica? Soy mujer.

Me imagino que desde hace un tiempo tengo una doctora que es una hermosa mujer unos pocos años mayor que yo y mucho más alta y fuerte de cuerpo que yo, de 1,85 y rellenita, trasero y pechos grandes, pelo largo lacio y negro con flequillo recto, piel blanca, ojos verdes y gafas.

(la doctora no existe, es fruto de mi fantasía y me la imagino basándome en como me atraen las mujeres).

Tengo consulta en su casa y a última hora de la tarde, soy su última paciente del día.

Me llama y me saluda con su hermosa sonrisa y su hermosa mirada.

Viste con la bata, vaqueros y botas altas de tacón.

Entramos, hablamos, amo su voz grave y sexy.

Es muy amorosa conmigo.

Es demasiado hermosa, toda una diosa.

Me sonrojo y excito con solo verla, y también con solo pensarla cuando no la veo.

Me pide que me tumbe y que me debo quitar la camisa.

Me tiene que ver y masajear la espalda, los hombros y las costillas para ver cómo voy.

Me quedo en falda y sujetador, que me lo desabrocha.

Me masajea y me va preguntando si me duele o no.

Hay un momento que debe ir a mirar otra cosa.

Verla caminando de espaldas, su pelo, su trasero, sus piernas, sus tacones hace que me sonroje y excite más.

Mis latidos se aceleran.

Ella vuelve y sigue con mis costillas.

Me masajea en una zona que me duele y doy un pequeño grito, me asusto y lagrimeo.

Ella, que es muy sensible, también se asusta, se apena y se le cae alguna lágrima también.

Me dice dulcemente que me relaje, que ya está.

Me acaricia la costilla, las mejillas y el pelo.

Se suelta el pelo, se agacha, se encuentran nuestros rostros, me besa la frente, las mejillas, los labios.

Se pone de pie y yo me siento en la camilla.

Nos abrazamos muy fuerte, nos acariciamos y nos besamos con mucha pasión.

Lloramos las dos de la emoción.

Nos deseamos mucho.

La deseo más que nunca.

Así seguimos durante horas hasta que las dos morimos de placer.