Una historia de amor

Hola chicos, os voy a contar mi historia de amor con un ser que bajó del cielo para alegrarme la vida.

Hace 5 años, tuve que trasladarme desde mi Barcelona natal hasta Logroño, por motivos personales.

En cuanto llegué, decidimos mi marido y yo que sería buena idea tener un perro, ya que yo estaba sola en el pueblo y de esta manera tendría compañía.

Yo tenía claro que si tenía alguna vez un perro, sería un San Bernardo, es la raza que me gusta más, y no me equivoqué al elegir a mi "osito.

Lo compramos a un criador de Murcia, y cuando llegó a las oficinas de Seur, e pobrecito estaba asustado y no paraba de llorar.

(Por entonces con 1 mes y medio, ya pesaba 8 kilos).

Mi primera sensación de emoción fue al escuchar a un trabajador de Seur decirle a mi perrito, "tranquilo, que ya vienen a buscarte, verás que bien te van a tratar".

Desde ese istante me enamoré de su carita de oso, y fue el regalo mas grande que jamás recibiré.

Poco a poco fue creciendo, en tamaño, peso, y sobretodo, en bondad.

Seguro que para todos los amantes de los animales, los nuestros son los mjores, pero independientemente de eso, quiero que entendáis que no era amor de dueña, sino una opinión compartida por cuantos le conocían.

Contrastando su tamaño enorme, jamás le vi gruñir, nunca le hizo ni el más leve rasguño a nadie, y por encima de todo, me quería más de lo que seguro me querrán muchas persona de las que me rodean.

Se convirtió en mi manta cuando mi marido se iba a trabajar, y se acostaba a mi lado, y sentirme protegida por un perro de 85 kilos que lo único que sabía era mirarme con esa carita de bueno, y echarme la pata por encima como si me abrazase y me quisiese proteger de todo y de todos, esa seguridad me hace falta a veces.

En enero de este año se fue, una enfermedad de corazón, como no podía ser de otra manera, se lo llevó en tres meses de sufrimiento para mí.

Hice lo humanamente posible por slvarle, pero era imposible.

Todavía intento superar su muerte, pero sé que desde la estrella en la que vive, me seguirá protegiendo siempre.

Yo sigo viendo su carita de osito.

Espero no haberos aburrido, aqui os muestro una foto de mi perro, Mozart.

Preciosa Historia.

saludos!!!